Es curioso como Amantes de 5 a 7 (5 to 7, 2015), ópera prima del guionista de televisión Victor Levin, tiene todas las características de una sosa película romántica, incluso tiene aquellas que pueden ser encontradas en una chick-flick; sin embargo nada podría estar más alejado a eso. Inspirándose en sus propias memorias, Levin crea una adulta versión del amor donde no es suficiente querer para poder estar juntos ¿suena bien no? el resultado es sorpresivamente mejor al esperado.
Brian (Anton Yelchin) es un fracasado escritor que ha abandonado su estado y las posibilidades de estudiar derecho para mudarse a Manhattan y probar suerte en el mundo editorial. Las cartas de rechazo de multiples revistas adornan la pared de su cuarto y su prolongado tiempo libre le permite divagar por las calles de la gran manzana por las tardes. En uno de esos fortuitos encuentros, conoce a Arielle (Bérénice Marlohe) una atractiva mujer francesa que todas las tardes sale de su habitación en el hotel St. Regis para fumar un cigarrillo. La química entre ambos es evidente y poco a poco entablan una relación fuera de lo ordinario, principalmente porque Arielle está casada y sólo busca una relación de cinco a siete de la tarde, horario en el que su esposo (Lambert Wilson) también puede tener una aventura.
Con un argumento inteligente, Levin retrata pasajes de su vida como escritor mezclandola con una historia de amor poco ortodoxa pero que nunca se permite perder el contexto. El ingenuo planteamiento en el que el guionista y director ubica a sus personajes hacen posible que esta genuina historia entre un fracasado joven y una atractiva esposa y madre de dos pequeños funcione, al igual que evita caer en todas las trampas del género. Aquí no hay pasos fáciles para el amor, de hecho ni siquiera el amor está garantizado pues, a final de cuentas, un cinq a sept involucra todo, menos meterse con una relación estable.
Analizando poco a poco la relación entre Brian y Arielle, Levin desarolla a sus personajes entre vivaces comentarios confrontando las culturas y sobre el amor en si. Otro de los elementos que permiten el triunfal ingreso de esta historia al cine es su elenco, encabezado por un honesto Anton Yelchin y una brillante Bérénice Marlohe, la apasionada chica bond que en este filme interpreta a la despreocupada mujer que enamora a un joven mientras cumple con sus responsabilidades como esposa del embajador, mujer de familia e integrante de un ahora cuadrado amoroso.
"Hay dos fuerzas sobre la Tierra que nunca querrás que se enfrenten, una es la madre naturaleza, la otra es el amor" dice convencida Glenn Close en una de sus cortas apariciones en el fime. Puede que Levin, quien escribe ese diálogo, tenga razón pero en Amantes de 5 a 7 pone a prueba ese argumento con un inusitado éxito. Puede que el amor triunfe o no en el filme, pero ver el camino hacía el desenlace es sin duda lo más disfrutable, como en toda relación.
Brian (Anton Yelchin) es un fracasado escritor que ha abandonado su estado y las posibilidades de estudiar derecho para mudarse a Manhattan y probar suerte en el mundo editorial. Las cartas de rechazo de multiples revistas adornan la pared de su cuarto y su prolongado tiempo libre le permite divagar por las calles de la gran manzana por las tardes. En uno de esos fortuitos encuentros, conoce a Arielle (Bérénice Marlohe) una atractiva mujer francesa que todas las tardes sale de su habitación en el hotel St. Regis para fumar un cigarrillo. La química entre ambos es evidente y poco a poco entablan una relación fuera de lo ordinario, principalmente porque Arielle está casada y sólo busca una relación de cinco a siete de la tarde, horario en el que su esposo (Lambert Wilson) también puede tener una aventura.
Con un argumento inteligente, Levin retrata pasajes de su vida como escritor mezclandola con una historia de amor poco ortodoxa pero que nunca se permite perder el contexto. El ingenuo planteamiento en el que el guionista y director ubica a sus personajes hacen posible que esta genuina historia entre un fracasado joven y una atractiva esposa y madre de dos pequeños funcione, al igual que evita caer en todas las trampas del género. Aquí no hay pasos fáciles para el amor, de hecho ni siquiera el amor está garantizado pues, a final de cuentas, un cinq a sept involucra todo, menos meterse con una relación estable.
Analizando poco a poco la relación entre Brian y Arielle, Levin desarolla a sus personajes entre vivaces comentarios confrontando las culturas y sobre el amor en si. Otro de los elementos que permiten el triunfal ingreso de esta historia al cine es su elenco, encabezado por un honesto Anton Yelchin y una brillante Bérénice Marlohe, la apasionada chica bond que en este filme interpreta a la despreocupada mujer que enamora a un joven mientras cumple con sus responsabilidades como esposa del embajador, mujer de familia e integrante de un ahora cuadrado amoroso.
"Hay dos fuerzas sobre la Tierra que nunca querrás que se enfrenten, una es la madre naturaleza, la otra es el amor" dice convencida Glenn Close en una de sus cortas apariciones en el fime. Puede que Levin, quien escribe ese diálogo, tenga razón pero en Amantes de 5 a 7 pone a prueba ese argumento con un inusitado éxito. Puede que el amor triunfe o no en el filme, pero ver el camino hacía el desenlace es sin duda lo más disfrutable, como en toda relación.
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5 to 7
Estados Unidos, 2014
Dir. Victor Levin
con Anton Yelchin, Bérénice Marlohe, Olivia Thirlby, Lambert Wilson
Duración: 95 minutos
Distribuye: Zima Entertainment
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