Crítica - Yo, Él y Raquel


Me and Earl and the Dying Girl
Dir. Alfonso Gómez-Rejón

por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro

Leer la sinopsis de una película como Yo, Él y Raquel (Me and Earl and the Dying Girl, 2015) podría ser un poco tramposo, incluso para cualquiera que sepa al mínimo de qué trata la cinta. Basada en la novela para adultos jóvenes homónima escrita por Jesse Andrews, el argumento relatado puede recordarnos a una extraña mezcla entre Bajo la Misma Estrella y Be Kind Rewind de Michel Goundry, sin embargo, el resultado proyectado en la pantalla grande no podría estar más lejos de eso. Con una estructura viva, el realizador texano Alfonso Gómez-Rejón entrega una auténtica cinta independiente que, aunque no parezca ser un secreto, resulta ser conmovedora y realmente entrañable. 

Greg (Thomas Mann) es un adolescente cuya presencia en la preparatoria bien podría pasar desapercibida. Su secreto para sobrevivir a la escuela es no tener amigos, codearse con todos los círculos estudiantiles y tribus que ahí habitan y mantener un bajo perfil; sin embargo tiene una excepción en su regla, Earl (RJ Cyler) con quien se reúne desde pequeño a hacer películas de muy bajo presupuesto. La rutina de Greg cambiaría cuando su madre lo obliga a hacerse amigo de Raquel (Olivia Cooke), una ex novia de la infancia que repentinamente ha enfermado de leucemia.

Adaptando su propia obra, Andrews le da un nuevo sentido a la historia de Greg, Earl y Raquel. Aunque en su relato original el autor recrea pasajes que bien podrían ser tomados como propios por los amantes del séptimo arte, en su versión para cine es precisamente el cine lo que queda en un segundo plano. Si, los jóvenes outsiders por decisión propia han dedicado gran parte de su vida en hacer sus versiones de clásicos del cine con sus pocos recursos (en el filme podemos ver A Sockwork Orange, su versión con títeres de calcetín de Naranja Mecánica y extractos de sus revisiones a Apocalipsis Ahora, con tulipanes de utilería y Midnight Cowboy, por solo mencionar algunas) y estas se mantienen en el filme con sus ocurrentes juegos de palabras a lo largo de los ciento cinco minutos de duración, sin embargo el amor al cine que tanto profesaba Andrews en voz de Greg es sustituido en su adaptación por una cálida y por momentos emocional historia de vida.

Con un equilibrado toque entre la comedia, con esos ingeniosos diálogos llenos de referencias pop y argumentos no tan políticamente correctos, y el drama que conlleva la enfermedad de una joven, Yo, Él y Raquel es el vehículo de lucimiento perfecto para Alfonso Gómez-Rejón (aprendan ese nombre). Director de varios capítulos de Glee y American Horror Story, Gómez-Rejón tiene la experiencia de haber trabajado bajo las órdenes de directores como Alejandro González Iñárritu y Martin Scorsese, y se nota en cada uno de los fotogramas que conforman la cinta, especialmente en esos donde juguetea con la cámara ya sea en esos acercamientos frontales que recuerdan a Wes Anderson o en su estática mirada a una discusión entre dos amigos vista desde un rincón. Con la ayuda del fotógrafo Chung Hoon Chung, el director logra atraer con su sencillez, incluso en ese momento donde la estridente música de Brian Eno acompaña una serie de proyecciones en la pared de un cuarto listo para explotar de presión, en quizá una de las escenas más bellas que hemos visto en el año.

En cuanto al elenco, Thomas Mann, el chico fiestero de Proyecto X y Olivia Cooke, la chica enferma de Bates Motel, interpretan los roles principales con resultados favorables; ambos son tal y como Greg y Raquel podrían ser. Merecen una mención especial, las participaciones de RJ Cyler como Greg y Molly Shannon como la solitaria madre de Raquel. En un papel que en el libro no tiene tanta importancia, Nick Offerman entrega una ligera variante en el papel que siempre ha hecho y Jon Bernthal aparece lo suficiente para ser igual de reconocido que la voz de Hugh Jackman en un poster. 

En los últimos capítulos de su Yo, Él y Raquel, Andrews criticaba a los libros que eventualmente llegaban a las pantallas grandes; "Cuando conviertes un buen libro en una película, el resultado suele ser un bodrio" decía su personaje principal en un ataque de honestidad escrita. Andrews, como autor y cinéfilo, puede respirar tranquilo con el resultado de Me and Earl and the Dying Girl en celuloide, pues el trabajo de Gómez-Rejón afortunadamente se encuentra lejos de ser un bodrio y poco a poco se acomoda entre los representantes fílmicos de una generación. 

Koniec.

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Me and Earl and the Dying Girl
Estados Unidos, 2015
Dir. Alfonso Gómez-Rejón
con Thomas Mann, Olivia Cooke, RJ Cyler, Nick Offerman
Duración: 105 minutos
Distribuye: 20th Century Fox México

Película programada en el 13vo Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM)

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