por Luis Andrés Olascoaga Toro
En 1993 una casi desconocida Marisa Tomei ganó el Oscar a la mejor actriz secundaria por su papel en Mi primo Vinny. ¿Realmente Jack Palance, el encargado de darle el galardón, se equivocó y se limitó a repetir el último nombre de la lista de nominadas? Las malas lenguas aseguran que un supuesto problema con el alcohol pudo jugarle una mala pasada al oscarizado actor de Cowboys de ciudad e hizo que Vanessa Redgrave (nominada por Regreso a Howards End) se quedara sin el merecido reconocimiento. La Academia se vio obligada a explicar que desde 1953 hay dos individuos encargados de salir al escenario y leer el nombre correcto en el caso de que el presentador se equivoque.
La nominada hoy al Oscar por la misma categoria puede que no haya sido la ganadora, pero el Oscar nadie se lo puede quitar.
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