Crítica - La Cumbre Escarlata


Crimson Peak
Dir. Guillermo del Toro

por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro

Cuarón e Iñárritu tienen los Oscar, Reygadas el amor de Cannes y los novatos Derbez y Alazraki, el control de la taquilla nacional. Gracias al boom que el cine mexicano ha tenido en las últimas décadas, se pueden nombrar a muchos directores que poco a poco han podido colocarse en el gusto de ciertos sectores, sin embargo nadie ha tenido el impacto que posee Guillermo del Toro. El tapatío, además de posicionarse como el representante de todo un género, ha sido de los pocos realizadores que siempre han convencido a su audiencia incluso al grado de generar fervientes seguidores. Con La Cumbre Escarlata (Crimson Peak, 2015), su novena película, Del Toro entrega uno de sus más completos trabajos y también, uno de los más personales.

Edith (Mia Wasikowska) cree en los fantasmas, ha visto uno cuando era niña: el de su madre que constantemente le repetía entre sombras "Cuídate de la Cumbre Escarlata". Años después de su encuentro, la joven se ha convertido en una prometedora escritora de cuentos con fantasmas, cosa que cambiaría cuando conoce a Thomas Sharpe (Tom Hiddleston), un noble inglés que visitó la ciudad buscando financiamiento para una maquina que podría salvarlo de la quiebra. Quedando huérfana y profundamente enamorada de su nuevo caballero, Edith viaja a Inglaterra para instalarse en la mansión Sharpe, una vieja y semi destruida estructura que esconde entre polvo y polillas un espantoso secreto que involucra a Thomas y a su hermana Lucile Sharpe (Jessica Chastain).

A estas alturas todos sabemos que esperar de un artista como Guillermo del Toro, los imaginativos escenarios en donde ubica a sus personajes siempre son la característica esencial de la mayoría de sus trabajos y ahí está el principal encanto de un filme como Crimson Peak, sorprender con algo que va más allá de lo visual y estético. En lo que parece ser un arranque de honestidad o simplemente una medida precautoria, Del Toro y su coguionista Matthew Robbins, añaden en un diálogo dicho en voz de su personaje principal: "Esta no es una historia de fantasmas, es una historia con fantasmas". Curioso resulta que esa frase dicha en la primera media hora de duración, resuma lo que el realizador quiere expresar en su mas reciente filme. Alejándose del terror y la acción, aunque está más que probada la efectividad del tapatío en ambos terrenos, La Cumbre Escarlata es una historia gótica de amor al más puro estilo de las novelistas del siglo XIX.

Con el espíritu de Jane Austen y Rebecca de Alfred Hitchcock, Del Toro comienza su relato con la aparición de un fantasma, pero abordándolo como un recordatorio del pasado más que como un ser espectral. Ahí partimos al personaje principal; una mujer poco convencional que deja en claro que no necesita un hombre pero que no pierde el tiempo en caer cuando conoce a un enigmático caballero. La presencia de este hombre la fascina y la perturba, especialmente cuando conoce a su hermana, la verdadera otra protagonista de la historia. En ese punto de vista femenino, los guionistas desarrollan una historia de amor que aunque no se olvida de ciertos elegantes sustos, se enfoca más en el terror causado por el corazón.

Un impresionante trabajo artístico, cortesía del director de fotografía Dan Laustsen, el diseñador de arte Thomas E. Sanders y la vestuarista Kate Hawley, logra que La Cumbre Escarlata retrate el estilo gótico de siglos pasados con un resultado pocas veces visto en una pantalla grande. El equipo de Del Toro crea el ambiente ideal para que la cámara capture con la misma agilidad que una pieza de vals presentado a un grupo de neoyorkinos, una historia fascinante.

El trabajo de Mia Wasikowska, que ya había demostrado tener la capacidad de comandar un proyecto del tipo con Stoker de Park Chan Wook, es notable en el filme donde se nota una evolución en su personaje conforme la situación lo va demandando. Si bien, el porte de Tom Hiddleston es uno de los más fuertes sustentos del filme, la siempre brillante Jessica Chastain es quien se lleva las palmas con una pulcra interpretación que por momentos nos puede recordar a la época de oro del cine, con grandes actrices haciendo personajes atractivos. Es cuestión de tiempo antes de que el mundo entero celebre a una de las mejores actrices del cine contemporáneo.

Quienes esperen una simple película de terror o aquellos que estén convencidos del poder narrativo del también director de El Espinazo del Diablo, saldrán con algo más de las salas del cine. Una película que tiene un fantasma, un par de hermanos misteriosos, una joven autora creyente y un realizador que siempre encuentra la forma de plasmar sus ideas sin volverse pretencioso. "El terror fue por amor" dice uno de los personajes en otra de las honestas intromisiones explicativas del director, que después agrega "El amor nos hace monstruos"; ¿Quien mejor que Guillermo del Toro para hablar de monstruos?

***+

Crimson Peak
Estados Unidos, 2015
Dir. Guillermo del Toro
con Mia Wasikowska, Tom Hiddleston, Jessica Chastain, Charlie Hunnam
Duración: 119 minutos
Distribuye: Universal Pictures México

Función inaugural del 13° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM)

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