Crítica - Pride: Orgullo y Esperanza


Pride
Dir. Matthew Warchus

por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToroX

Es un día cualquiera en el verano inglés de 1984. Joe (George MacKay) acaba de cumplir veinte años y recibe de regalo una cámara fotográfica reflex. Su mamá, emocionada, le pone un pin festivo mientras su padre no quita la mirada de la televisión. Aquel verano de 1984, en donde Joe se abriría sexualmente, también era la mitad de un año de huelga convocado por la Unión Nacional de Mineros en contra del gobierno de Margaret Thatcher. En su camino a la universidad, el cumpleañero se encuentra con la marcha gay londinense donde un pequeño grupo recolecta dinero para los nuevos golpeados por la policía y la sociedad: los mineros.

Así, con sencillez y una inesperada calidez, transitan los primeros minutos de Pride: Orgullo y Esperanza (Pride, 2014) una encantadora y conmovedora comedia abierta a todo público. El filme, escrito por el poco conocido actor Stephen Bereford, sigue la historia de Lesbians and Gays Support the Miners (LGSM), una organización creada por Mark Ashton (Ben Schnetzer) para recaudar fondos y apoyar a los mineros. Sin embargo, por tratarse de una asociación conformada por homosexuales, el sindicato decide ignorarlos y rechazar sus donativos. 

Ante el desaire, los integrantes de LGSM deciden dirigir su apoyo al pequeño pueblo galés Dulais. Tras sus primeros encuentros con Dai (Paddy Considine), el representante de los pobladores, los jóvenes activistas se enfrentan a una serie de problemáticas derivadas del conservadurismo de esa sociedad, conformada por personas imposibilitadas de aceptar a seres diferentes a ellos, aunque estos persigan una misma meta: el reconocimiento social.


Contando el camino recorrido por el grupo LGSM a lo largo de un año, Pride mezcla puntualmente la comedia, la crítica social y el drama en sus 120 minutos de duración. Esas tres condiciones básicas de la vida de cualquier persona independientemente de su preferencia sexual son las que impulsan esta peculiar historia de solidaridad y amistad inglesa.

Dirigida por Matthew Warchus y con los consagrados actores Bill Nighy, Imelda Staunton, Andrew Scott, Paddy Considine y Dominic West en el elenco, el filme funciona avanza tranquilamente mostrando a sus personajes en momentos clave de su historia: en el gozo en las fiestas; en el temor en las calles nocturnas; en la esperanza en un apretón de manos; en la furia de la lucha por el reconocimiento de sus derechos y en su defensa ante el peligro que rodea a sus comunidades.

Con mucho corazón, Pride atrapa al espectador y lo somete a una calculada historia llena de puntos inspiradores. La unión hace la fuerza y en la cinta esto se demuestra mientras se explora la vida de Joe, Mark, Mike (Joseph Gilgun), Jeff (Freddie Fox), Gethin (Andrew Scott), Jonathan (Dominic West) y Steph (Faye Marsay) como parte de la discriminada comunidad gay londinense y de Dai, Maureen (Lisa Palfrey), Hefina (Staunton), Gwen (Menna Trussler) y Cliff (Nighy), quienes sufren deficiencias producto de la huelga que azota a la región. En lugar de enfocarse en las problemáticas que obviamente rodean a ambos grupos, la película enfrenta el difícil camino que ahora, tanto el grupo de gays (y una lesbiana) y como las familias mineras galesas emprenderán juntos.


Hablando del reparto, vale la pena mencionar la excelente química que todos los elementos forman entre ellos, destacando la participación de Bill Nighy, con uno de los momentos más emotivos del filme, y de los jóvenes Ben Schnetzer y George McKay (aquí hay una futura estrella), quienes llevan el rol principal de la historia. 

Con elegancia y salvándose de cualquier estereotipo, Warchus con fotografía de Tad Radcliffe y dirección de arte de Simon Bowles, crea una feel good movie que emociona, divierte y pone al espectador a meditar. Así como la última mitad de The Imitation Game, Pride sirve como un colorido y muy ruidoso (en el buen sentido de la palabra) testigo de la historia y de cómo las diferencias pueden ser solucionadas con el trato necesario.

A ritmo de Culture Club, Pet Shop Boys y Tears for Fears, Pride: Orgullo y Esperanza se convierte en una buena opción en cartelera y una esperanzadora cinta para el futuro.

***+

Pride
Reino Unido, 2014
Dir. Matthew Warchus
con Ben Schnetzer, George MacKay, Paddy Considine, Bill Nighy
Duración: 120 minutos
Distribuye: Cinépolis Distribución

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