Crítica - Pacto Criminal


Black Mass
Dir. Scott Cooper

por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro

Hay dos formas reconocibles de ganar un Oscar: hacer un buen trabajo o tener un buen equipo de marketing. Ejemplos hay muchos; Cate Blanchett ganando en la categoría principal por Blue Jasmine es válido, Sandra Bullock recibiendo el premio a Mejor Actriz por The Blind Side, no tanto. Por eso cuando un actor o actriz tiene grandes probabilidades de ganar el Oscar, la productora detrás del filme infla todo lo relacionado a su actuación y a la cinta en general, desafortunadamente ese es el principal problema de Pacto Criminal (Black Mass, 2015), la tercera película del director Scott Cooper. Llegando a nuestro país dos meses después de su estreno en Estados Unidos, la cinta que algunos han decidido catalogar como el gran regreso de Johnny Depp, promete más de lo que en realidad es.

John Connolly (Joel Edgerton) creció en un barrio pobre en la peor época de Boston, años más tarde y convertido en agente del FBI, Connolly tiene la idea perfecta para cambiar el panorama de su barrio: convencer a James Whitey Bulger (Johnny Depp), un mafioso irlandés de poca monta, para colaborar con el buró y eliminar a la mafia italiana. Sin embargo, la ayuda de Bulger no es del todo gratuito, pues con el FBI trabajando a su gusto, el mafioso recién salido de prisión podrá acabar con un enemigo en común y establecer un emporio criminal en la capital de Massachusetts.

Basada en el libro Black Mass: The True Story of an Unholy Alliance between the FBI and the Irish Mob, escrito por los periodistas Dick Lehr y Gerard O'Neill, la cinta inicia con el ritmo marcado por una grabadora. La voz en off (una de las muchas referencias que esta cinta tiene con el cine de Martin Scorsese) comienza a contar, interrogado por un par de agentes, la historia de un gran personaje: un mafioso cuyas conexiones con el poder en Boston y la oficina federal de investigación lo hacían, en su tiempo, intocable. A partir de esa primicia, los guionistas Mark Mallouk y Jez Butterworth, relatan un thriller bienintencionado pero que falla al intentar abarcar demasiadas subtramas y personajes. Bulger es un personaje digno de comentar e incluso analizar, sin embargo, para desgracia del argumento, el tono impreso por momentos oscuro y siempre pausado, no genera el interés suficiente para entrar en el corrupto Boston de los años setenta.

A pesar de estar basada en una investigación periodística de dos reporteros del Boston Globe, Black Mass parece estar diseñada para presentar todos los clichés del cine de mafiosos, esos que Los Soprano de HBO y Los Infiltrados de Scorsese (notablemente con el personaje de Jack Nicholson) ya habían introducido en el espectador años antes. Consiente de ello, Cooper realiza una buena aproximación artística y, como es su característica, un buen trabajo con el elenco, dejando de lado la intrascendencia narrativa establecida en el irregular guión.

La música de Junkie XL, con un trabajo lejano a la vitalidad y el ritmo del score de Mad Max: Fury Road, y la fría fotografía de Masanobu Takayanagi enmarcan este vehículo de lucimiento para un cast lleno de integrantes de la A-List de Hollywood. Si, este es un gran momento para un Johnny Depp que se veía cada vez más cansado y acomodado en los personajes de Tim Burton. En la piel de James Whitey Bulge, Depp luce aterrador, despiadado y veraz, lo que para ser honestos también es culpa del trabajo de la maquillista Marleen Alter y su equipo; las plastas y plastas de falsas expresiones son una vez más el principal apoyo del hombre de los mil personajes (aunque muchos se parecen entre si). Con pequeñas participaciones, tal vez muy pequeñas, Benedict Cumberbatch, Dakota Johnson, Kevin Bacon, Peter Sarsgaard, Jesse Plemons, Adam Scott, Corey Stoll, una sorprendente Julianne Nicholson y Juno Temple conforman el reparto de soporte que encabeza Joel Edgerton en un brillante caso de protagonismo adquirido. Edgerton, que ya demostró su talento tras la cámara en The Gift, se roba la película con su papel como el conveniente agente que alza y destruye la vida criminal de quien en algún momento fue el hombre más buscado por el FBI. Si se tuviera que elegir a alguien para representar a Black Mass en la próxima ceremonia del Oscar, Edgerton debería ser la persona seleccionada.

Sí, el amor a Pacto Criminal en la crítica internacional y el apoyo dado por su compañía productora se debe al gran nombre de un sólo individuo, no obstante, los baches que presenta el filme más allá de sus actuaciones son evidentes ante cualquiera. Al final de los créditos, Black Mass no se convierte en una estafa, ni un engaño, más bien en un pacto no cumplido. Recomendaba el personaje de Depp en el filme que se hagan las cosas donde no se puedan hacer evidentes, ojalá así hubiera sido con la campaña rumbo al Oscar de Pacto Criminal, una película que nos queda a deber, especialmente si se busca esa codiciada estatuilla dorada.

**+

Black Mass
Estados Unidos, 2015
Dir. Scott Cooper
con Johnny Depp, Joel Edgerton, Benedict Cumberbatch, Kevin Bacon
Duración: 122 minutos
Distribuye: Warner Bros. Pictures México

Película programada en el 4to Festival Internacional de Cine de los Cabos

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