Crítica - Mi Villano Favorito 3


Despicable Me 3
Dir. Kyle Balda, Pierre Coffin

por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro

Después de ser despedido de la Liga Anti-Villanos tras perderle la pista a un anticuado sujeto que quería robar un valioso diamante rosa, Gru (Steve Carell en inglés y Andrés Bustamente, haciendo otro estupendo trabajo de doblaje) recibe una misteriosa invitación de alguien que dice ser su hermano gemelo. Con su nueva esposa, Lucy (Kristen Wiig allá... Andrea Legarreta acá) y sus tres pequeñas hijas, el villano desempleado viaja a un pueblo llamado Libertonia donde descubrirá que él y su gemelo, Dru (Carell y Bustamente modificando un poco la voz del villano favorito del título), pertenecen a una larga estirpe de supervillanos mundiales. Ahora, con la amenaza de Balthazar Pratt (Trey Parker, co-creador de South Park y un insuficiente Jay de la Cueva, manteniendo la tradición de contratar estrellas de la música latina para dar voz a los villanos, impuesta por la franquicia) cayendo sobre Hollywood, Gru y Dru deberán mantener el negocio familiar y conocerse un poco más en el camino.

A diferencia del trabajo hecho por Pixar en Cars 3, donde el estudio redimió una franquicia convencional con un filme emotivo, Illumination Studios no sale de su zona de confort y ofrece en Mi Villano Favorito 3 (Despicable Me 3, 2017) una película monótona pero funcional para el público que sigue la saga desde aquel tierno primer filme hasta el demoledor spin-off Minions. Desafortunamente, sus pocas pretensiones son el talón de Aquiles de este filme. Con guión de Ken Daurio y Cinco Paul, que mató sus mejores chistes en los trailers, Despicable Me 3 se pierde entre sus diferentes subtramas, todas ellas dignas de un serial animado para televisión: el encuentro de Gru con su hermano gemelo perdido, la relación de Lucy con sus nuevas hijastras, la misión de la pequeña Agnes por encontrar un unicornio, el eterno chiste prolongado de los minions dominando la pantalla con cuánta cosa se le ocurre a los escritores y el robo de un diamante por parte de un villano pasado de moda que juró vengarse de Hollywood, quizá esta última es la que mejores resultados ofrece al final de los créditos.

Dispersa e inconsistente, la película pierde el principal atractivo de la saga: la historia del villano de bufanda y piernas alargadas formando una familia. Incluso en el filme anterior, la nada despreciable Mi Villano Favorito 2, se podía observar como la entrada en la adolescencia de la hija más grande conflictuaba a Gru tanto como la presencia de un antagónico mexicano que se había dado por muerto; el motivo se mantenía sin restarle peso a la trama familiar. Ahora, Mi Villano Favorito 3 decide abandonar eso para enfocarse en la relación madrastra-hijas (resuelta con torpeza) y el encuentro entre un par de gemelos, que sólo es un vil pretexto para vender una segura cuarta entrega.

Claro que no todo es un desastre en el reino de los minions. En los momentos más brillantes de esta tercera entrega, la animación entrega escenarios memorables y secuencias que, al más puro estilo de un programa de los ochenta o el prologo de una película de James Bond, convencen a cualquiera que haya perdido el interés durante el viaje. Mención especial merece la escritura y desarrollo de la trama de Balthazar Pratt, un adulto atrapado en sus épocas doradas durante los ochenta, cuando él dominaba las pantallas y jugueterias con su programa de televisión, cancelado en su entrada a la pubertad. Con la explosión de colores, artilugios (Hay un "¡Hijo de BETA!" escondido entre chistes de flatulencias y referencias a West Side Story y los hermanos Marx) y música (con uno de los soundtracks más destacables del año) propios de la década, el filme toca sus puntos más altos.

Sin sobreexplotar a sus esbirros amarillos, algo que se agradece pues los minions amenazan con regresar en una secuela a su spin-off a estrenarse en 2020, la tercera entrega de Mi Villano Favorito apenas cumple con su cometido y levanta ciertas sospechas sobre el rendimiento de una de las sagas más prometedoras del cine animado. Quizá este villano ya no es un villano y ya no es nuestro favorito.

**+

Despicable Me 3
Estados Unidos, 2017
Dir. Kyle Balda, Pierre Coffin
Duración: 90 minutos
Distribuye: Universal Pictures México

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