Crítica - Corazones de Hierro


Fury
Dir. David Ayer

por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro

El año pasado, cuando se estrenó Último Turno (End of Watch, 2012), pudimos notar la destreza que el realizador David Ayer tenía al momento de filmar escenas de acción con bajo presupuesto, ahora con su quinto largometraje Corazones de Hierro (Fury, 2014), el director confirma sus dotes tras la cámara en una emocionante película de guerra, cosa que tenía mucho que no aparecía por nuestras pantallas.

El sargento Don Collier (Brad Pitt) tiene una última misión antes del fin de la Segunda Guerra Mundial, acabar con los controles nazi en Alemania y apuntarse la victoria en territorio enemigo, sin embargo su misión tendría un nuevo recluta, el novato soldado Norman (Logan Lerman), quien se integraría al equipo de su tanque, el Fury. Con la batalla perdida, el equipo del Sargento Collier se enfrentará a los últimos bloques de la SS, quienes no dudarán en pelear hasta el último día.

Ayer repite en el guión y la dirección de un filme con la que podría ser su apuesta más arriesgada hasta el momento. En 128 minutos, el también guionista de S.W.A.T, ofrece una versión sórdida de la Segunda Guerra Mundial enfocada solamente en la parte bélica, asemejándose más a los primeros minutos de Salvando al Soldado Ryan (Saving Private Ryan) o La Delgada Línea Roja (The Thin Red Line) que a aquellos dramas como El Pianista (The Pianist) o La Vida es Bella (La Vita e Bella). Al abordar esa perspectiva, Ayer puede perfeccionar su estilo y atrapar al espectador ya sea dentro de un golpeado tanque o en medio de ráfagas de disparos de alto calibre.

Con violencia explícita, el director mezcla uno de los momentos más oscuros de la humanidad con una emotiva historia de amistad. En el libreto la guerra siempre está presente, como un inminente compañero del grupo de soldados, pero cuando estos comienzan a entablar relaciones es cuando surge un elemento más de la cinta. La historia de un joven enfrentándose por primera vez a la acción y a sus veteranos colegas resulta ser el punto interesante de reflexión, incluso con aquellos benévolos diálogos que parecen parte de un libro más que del léxico de un, por momentos, agresivo capitán.

En aspectos técnicos, el filme es destacable. La fotografía de Roman Vasyanov ubicando las zonas de guerra en nublados ambientes grises y el música de Steven Price, que a había tenido experiencia en el desolador espacio retratado en Gravedad (Gravity, 2013), fluyen a la perfección tomando en consideración el ensordecedor trabajo en sonido y edición de sonido; los disparos, el sonido de los tanques avanzar y esos imprevistos aviones volando sobre las cabezas de los soldados pueden justificar la expresión.

Brad Pitt, demostrando su calidad como estrella, encabeza un interesante elenco que incluye a un controlado Shia LaBeouf y un vistoso Logan Lerman, quien se convierte en el alma de la película. Lerman, mejor conocido por ser Percy Jackson o Charlie de Las Ventajas de ser Invisible (The Perks of Being a Wallflower) va, al igual que su personaje en la cinta, mejorando su trabajo conforme el tiempo avanza y los nuevos retos se presentan. El joven actor puede que no dispare múltiples balas por segundo, pero si ha sabido mantenerse en el ojo de los críticos y el público con cada filme en que participa. Vale la pena mencionar la participación de Michael Peña, colaborador usual de Ayer y Jon Bernthal completando el equipo dentro del tanque Fury.

Al final de los créditos, Corazones de Hierro resulta ser un crudo (no realista) retrato sobre la guerra, con todo lo que eso significa, además David Ayer aprovecha el efectivo trabajo para instalar su nombre dentro de aquellos nombres de los que esperamos saber más próximamente, especialmente cuando lo que queremos ver es una buena película para entretenernos.

***

Fury
Estados Unidos, 2014
Dir. David Ayer
con Brad Pitt, Logan Lerman, Shia LaBeouf, Michael Peña, Jon Bernthal
Duración: 128 minutos
Distribuye: Sony Pictures México

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