Jupiter Ascending
Dir. Andy & Lana Wachowski
por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro
La carrera de los hermanos Wachowski no ha sido la más afortunada. Después de revolucionar los efectos especiales y sentar un precedente a imitar por las películas de ciencia ficción del siglo XXI con Matrix, la filmografía de Andy y Lana Wachowski se había perdido entre dos malas secuelas de la franquicia protagonizada por Keanu Reeves y dos ambiciosos pero irregulares proyectos: Meteoro (Speed Recer) y Cloud Atlas. Los que bien podrían ser el perfecto ejemplo de un One Hit Wonder en cine, regresan al ruedo con El Destino de Júpiter (Jupiter Ascending, 2015), una cinta que mezcla sus mejores aspiraciones, sus peores errores y nuestras más altas expectativas; todo para crear una película que aunque no se puede salvar de recibir una mala crítica, si puede ser sobrellevada gracias a su entretenida fórmula.
La vida de Jupiter Jones (Mila Kunis) transcurre en total normalidad desde su nacimiento. Sus aspiraciones se ven detenidas por su pesado trabajo como limpia baños y su excéntrica familia inmigrante, sin embargo su tranquila rutina se vería interrumpida cuando el soldado alienígena Caine (Channing Tatum) la rescata de las garras de un grupo de secuestradores enviados por Balem Abrasax (Eddie Redmayne), heredero de una importante empresa intergaláctica que hará todo lo posible por mantener la Tierra, aunque esto signifique detener a Jupiter, la reencarnación terrestre de su madre.
Tomando elementos narrativos de Cloud Atlas y visuales de Speed Racer, los hermanos Wachowski intentan realizar una gran ópera espacial; sus desmedidas capacidades no logran siquiera hacer una película destacable en esos aspectos. No hay una revolución en los efectos, no hay una trama sólida que justifique las poco más de dos horas de duración del filme, no hay una gran escena que nos haga recordar la película por lo menos hasta que llegue el próximo Blockbuster y tampoco existe un gran trabajo entre el cast que incluye al frontrunner del Oscar a Mejor Actor este año. Entonces ¿Por qué sería interesante ver una película como El Destino de Júpiter?: porque, aunque sea difícil de imaginar, esta película cumple con entretener al espectador.
Con una trama innecesariamente complicada, los Wachowski realizan un inmaduro ejercicio cinematográfico lejano a la saga por la que todos los conocemos. En el filme, los talentosos (Si, aún debe de existir cierto talento en ellos... al menos el de convencer a los estudios) hermanos vuelan edificios de Chicago, filman peleas entre extraterrestres en un quirófano, sanan heridas con spray y toallas femeninas, siguen a un amanerado robot por las filas de la burocracia espacial (los Wachowski tienen algo con los personajes gay friendly) y nos llevan a un mundo colorido y mal gustoso; todo esto resulta ser tan ridículo como divertido. De hecho, si no pareciera que las ambiciones de los hermanos eran realizar una gran película, a Jupiter Ascending poco se le podría recriminar.
Lejos de los excesos visuales, la película tiene dos componentes que funcionan; la música de Michael Giacchino y su pareja protagónica. Channing Tatum con su característico encanto sobresale en el elenco que curiosamente es liderado por una mujer . El papel que Mila Kunis interpreta es posiblemente uno de los interesantes aspectos que los realizadores intentaron abordar, desafortunadamente este objetivo tampoco se cumple del todo.
Una de las cosas que el estudio le negó a El Destino de Júpiter al mover su estreno del verano del año pasado a este Febrero, fue la posibilidad de entregarle a Eddie Redmayne el Frambuesa como peor Actor un día antes de recibir el Oscar a Mejor Actor, en este caso por La Teoría del Todo (The Theory of Everything). Redmayne, gozando de cierto nivel de desconocimiento popular, realiza una pésima actuación como un villano tibio. Su tono de voz y ademanes no ayudan a la mala construcción del personaje. De no habernos convencido con sus papeles en Les Misérables, My Week with Marilyn o la ya mencionada biopic sobre Stephen Hawking, Redmayne hubiera firmado su salida del mundo de la actuación con esta película.
Sin la ocurrencia de Guardianes de la Galaxia, la importancia de Star Wars o el estilo de Brazil (¡Te vimos Terry!), el más reciente filme de los Wachowski termina por ser una película más y que pronto será olvidada. Después de ver Jupiter Ascending, lo más seguro es que el tagline "de los creadores de Matrix" seguirá siendo el único y recurrente recuerdo de que quienes dirigen esa película, en algún momento fueron los directores más prometedores de la última década del siglo pasado.
La vida de Jupiter Jones (Mila Kunis) transcurre en total normalidad desde su nacimiento. Sus aspiraciones se ven detenidas por su pesado trabajo como limpia baños y su excéntrica familia inmigrante, sin embargo su tranquila rutina se vería interrumpida cuando el soldado alienígena Caine (Channing Tatum) la rescata de las garras de un grupo de secuestradores enviados por Balem Abrasax (Eddie Redmayne), heredero de una importante empresa intergaláctica que hará todo lo posible por mantener la Tierra, aunque esto signifique detener a Jupiter, la reencarnación terrestre de su madre.
Tomando elementos narrativos de Cloud Atlas y visuales de Speed Racer, los hermanos Wachowski intentan realizar una gran ópera espacial; sus desmedidas capacidades no logran siquiera hacer una película destacable en esos aspectos. No hay una revolución en los efectos, no hay una trama sólida que justifique las poco más de dos horas de duración del filme, no hay una gran escena que nos haga recordar la película por lo menos hasta que llegue el próximo Blockbuster y tampoco existe un gran trabajo entre el cast que incluye al frontrunner del Oscar a Mejor Actor este año. Entonces ¿Por qué sería interesante ver una película como El Destino de Júpiter?: porque, aunque sea difícil de imaginar, esta película cumple con entretener al espectador.
Con una trama innecesariamente complicada, los Wachowski realizan un inmaduro ejercicio cinematográfico lejano a la saga por la que todos los conocemos. En el filme, los talentosos (Si, aún debe de existir cierto talento en ellos... al menos el de convencer a los estudios) hermanos vuelan edificios de Chicago, filman peleas entre extraterrestres en un quirófano, sanan heridas con spray y toallas femeninas, siguen a un amanerado robot por las filas de la burocracia espacial (los Wachowski tienen algo con los personajes gay friendly) y nos llevan a un mundo colorido y mal gustoso; todo esto resulta ser tan ridículo como divertido. De hecho, si no pareciera que las ambiciones de los hermanos eran realizar una gran película, a Jupiter Ascending poco se le podría recriminar.
Lejos de los excesos visuales, la película tiene dos componentes que funcionan; la música de Michael Giacchino y su pareja protagónica. Channing Tatum con su característico encanto sobresale en el elenco que curiosamente es liderado por una mujer . El papel que Mila Kunis interpreta es posiblemente uno de los interesantes aspectos que los realizadores intentaron abordar, desafortunadamente este objetivo tampoco se cumple del todo.
Una de las cosas que el estudio le negó a El Destino de Júpiter al mover su estreno del verano del año pasado a este Febrero, fue la posibilidad de entregarle a Eddie Redmayne el Frambuesa como peor Actor un día antes de recibir el Oscar a Mejor Actor, en este caso por La Teoría del Todo (The Theory of Everything). Redmayne, gozando de cierto nivel de desconocimiento popular, realiza una pésima actuación como un villano tibio. Su tono de voz y ademanes no ayudan a la mala construcción del personaje. De no habernos convencido con sus papeles en Les Misérables, My Week with Marilyn o la ya mencionada biopic sobre Stephen Hawking, Redmayne hubiera firmado su salida del mundo de la actuación con esta película.
Sin la ocurrencia de Guardianes de la Galaxia, la importancia de Star Wars o el estilo de Brazil (¡Te vimos Terry!), el más reciente filme de los Wachowski termina por ser una película más y que pronto será olvidada. Después de ver Jupiter Ascending, lo más seguro es que el tagline "de los creadores de Matrix" seguirá siendo el único y recurrente recuerdo de que quienes dirigen esa película, en algún momento fueron los directores más prometedores de la última década del siglo pasado.
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Jupiter Ascending
Estados Unidos, 2015
Dir. Andy & Lana Wachowski
con Mila Kunis, Channing Tatum, Eddie Redmayne, Sean Bean
Duración: 127 minutos
Distribuye: Warner Bros. Pictures México
Andy Wachowski
Channing Tatum
Eddie Redmayne
Jupiter Ascending
Larry Wachowski
Mila Kunis
Review
Sean Bean
Warner Bros México
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