Crítica - Pasajeros


Passengers
Dir. Morten Tyldum

por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro

Esta es la historia de un proyecto que tenía todo a su favor. Después de haber figurado en la lista negra de los mejores guiones sin filmar hace más de diez años y con disputas por sus derechos entre tres estudios hollywoodenses, entre ellos The Weinstein Company y la triunfadora Sony Pictures Entertainment; un interesante guión escrito por Jon Spaihts (que después ganó reconocimiento con Prometheus y Doctor Strange) caminó por las manos de los mejores agentes de la industria fílmica americana hasta encontrar a sus componentes ideales: un director recién reconocido con una nominación al Oscar, dos de las más grandes estrellas del cine comercial internacional del momento y un director de fotografía alabado en el rubro. Pasajeros (Passengers, 2016), la segunda película en inglés del realizador noruego Morten Tyldum parecía ser una segura historia de éxito en el mundo del cine, desafortunadamente, todo lo que sonaba bien en el papel perdió profundidad en la pantalla al convertirse en una extravagante película romántica dónde pocas cosas funcionan.

Del aclamado argumento sólo se puede contar su atractiva primicia: En una acondicionada nave espacial, más de 5000 personas viajan hacia Homestad II, una nueva colonia de la civilización humana establecida en un planeta a 120 años de distancia. Treinta años después de su despegue, la nave se embarca en una inesperada lluvia de meteoritos y sufre desperfectos que, entre muchas otras cosas, despiertan a uno de los ocupantes de la nave críogenizados. Con noventa años de soledad por delante, ese hombre, un constructor llamado Jim Preston (Chris Pratt) busca sobrevivir en el espacio; se adueña de la suite principal, intenta llegar al mando de control sin éxito y se acostumbra a disfrutar de todo lo que los robots del lugar, entre ellos un amigable bartender (Michael Sheen interpretando al mejor Siri del mundo), le hacen para su comodidad, hasta que un día descubre a Aurora Lane (Jennifer Lawrence), una pasajera de clase premier que podría acompañarlo en su prolongado viaje por el Universo. Propietario de una nave absolutamente vacía y en apariencia funcional, Jim se discute entre despertar a la escritora sin contarle la verdad de su despertar o pasar los últimos años de su vida solo. Spolier Alert: la despierta.

Con apenas veinte minutos de metraje, Spaihts y Tyldum tienen en sus manos un producto envidiable: una película de sobrevivencia (a la Náufrago o Misión Rescate) con un dilema moral en potencia, una cinta de ciencia ficción absoluta con aires de 2001: Odisea del Espacio o Moon y un filme de acción con tendencias al romance. El espectador está atento, la trama tiene muchos escenarios por delante y el comprobado talento de los involucrados promete lo mejor. ¿Qué pasa en Pasajeros en los casi cien minutos restantes? Un desastre, un tedioso ejercicio dramático donde la trama se estanca al intentar abordar todos esos escenarios posibles y forzar sus conclusiones. El conflicto moral se diluye fácilmente cuando el romance entra y la acción aguarda hasta que se retoma inútilmente en los últimos minutos del filme.

A pesar de que la capacidad de Tyldum para componer atmósferas propias para el desarrollo del argumento es notable, mención especial para el trabajo de Rodrigo Prieto en la fotografía haciendo que el viaje a través del espacio y la nave transbordadora luzcan deslumbrantes, el guión evita profundizar en los elementos verdaderamente importantes y se enfoca en uno de sus puntos bajos para llegar a su final, haciendo de Passengers, sólo un sólido vehículo de lucimiento para su elenco, quienes invariablemente tienen que cargar con todo el peso del filme. Robándose la película y demostrando su capacidad como estrella de cine, Chris Pratt domina la primera parte de la historia con un trabajo honesto sin dejar de ser el ocurrente ser por el que lo conocemos. Por su parte, Jennifer Lawrence parece estar acostumbrada a ser la misma mujer que asiste a entrevistas y vende sus películas al por mayor, luciendo falsamente agradable e incapaz de hacer algo que pueda desagradar; en su peor faceta, la ya gastada ganadora del Oscar se nota acomodada y poco animada, lo que hace que la química que cualquiera puede entablar con Pratt (Dallas Howard o el T-Rex en Jurassic World, seis actores más en The Magnificent Seven y hasta Groot en Guardians of the Galaxy son prueba de ello) sea dolorosamente débil.

Es válido aceptar que, aún con sus errores y aciertos, Pasajeros logra entretener al público por sus casi dos horas de duración, pero es una lástima que este atrayente experimento de ciencia ficción se convierta poco a poco en una frívola película cursi que prometía, dada la espera, las pugnas por los derechos y el largo camino hasta sus destacados responsables, ser algo más.

**+

Passengers
Estados Unidos, 2016
Dir. Morten Tyldum
con Jennifer Lawrence, Chris Pratt, Michael Sheen, Laurence Fishburne
Duración: 116 minutos
Distribuye: Sony Pictures México

Nominada al Oscar 2017

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